Hoy quiero reflexionar sobre un reciente fenómeno social, en preocupante expansión en los últimos tiempos en la España de la crisis, y ahora también en la recuperación.
Asistimos con alarmante frecuencia a las noticias, día sí y día también, sobre afectados por las hipotecas, que son presionados, hasta límites insospechados, por sus entidades financieras para abandonar la vivienda en la que habitan.
Lanzados a la caza de los clientes a cualquier precio, durante la década dorada de la especulación y el boom inmobiliario, las entidades no tuvieron reparos en vender hipotecas a todo tipo de clientes, saltándose a la ligera cualquier análisis serio de riesgos, y lo que es peor, ofreciendo cantidades muy superiores a las que el valor de tasación real de las viviendas aconsejaba.
Una vez llegados a la etapa de la crisis, y con la bajada de los precios del mercado inmobiliario, han descubierto que el valor de las viviendas no cubre, en muchos casos, la deuda que los clientes contrajeron, y que ahora no pueden satisfacer, bien sea por disminución de ingresos, o situación de paro.
Resulta paradójico que la legislación en España no contemple la posibilidad de que un ciudadano se libere de una deuda, cuando ésta es exclusivamente de carácter hipotecario, entregando a la entidad financiera el bien inmueble que sirvió como garantía para la constitución del préstamo. Máxime cuando fue la propia entidad la que estableció el valor del bien (en función de la tasación), la cantidad a prestar, y las condiciones del préstamo.
Así, miles de ciudadanos se ven ahora impotentes ante la precaria situación en la que se encuentran, al no poder hacer frente a los recibos de la hipoteca. Intentan, la mayor parte de las veces en vano, negociar con su entidad unas nuevas condiciones, un aplazamiento o período de carencia, una ampliación de plazo… en definitiva, una nueva fórmula de financiación que les permita seguir pagando y no perder su vivienda.
Un bien inmueble que, por otra parte, la mayoría de las veces supone su primera y única vivienda, como domicilio habitual. Una vivienda que está reconocida como derecho fundamental en el artículo 47 de nuestra Constitución Española.
Por lo tanto, se ven abocados a perder su vivienda, mediante embargo o dación en pago, con los consiguientes desahucios. Y el calvario no acaba aquí, puesto que la vivienda no cubre el total de la deuda, y la entidad seguirá exigiéndoles el pago de la cantidad restante, de manera indefinida.
Lo más grave del caso no es este vacío legal a favor de las entidades, y en claro perjuicio al ciudadano más desprotegido. Lo peor de todo, por lo que cuentan los afectados, son algunas de las prácticas que en ocasiones, algunas entidades podrían haber puesto en marcha para perseguir, coaccionar, hostigar, amenazar y conseguir que los ciudadanos abandonen su vivienda y sigan pagando la deuda restante. Estas prácticas, de ser ciertas y verificables, estarían muy cercanas a aquellas que realizan los propietarios de las viviendas de renta antigua, para que sus inquilinos se vayan, en lo que se ha denominado ampliamente como mobbing inmobiliario.
Es por ello que me atrevo a definir el concepto de mobbing hipotecario como aquella serie de comportamientos que podrían efectuar en ocasiones, algunas entidades para acosar a sus clientes hasta que abandonen sus viviendas. Entre estas prácticas, según lo que cuentan en sus blogs los afectados, encontraríamos las llamadas constantes a los afectados, sus familias hasta grados lejanos, búsqueda y rastreo de información personal en redes sociales (facebook, twitter…), llamadas y visitas a los centros de trabajo, embargos preventivos, comisiones abusivas, adquisición obligada de nuevos productos bancarios…
Todo muy al estilo de las películas americanas de gansters.
Todo sin que nadie todavía haya tipificado como delito estas conductas, como ya se hizo con las del mobbing o acoso inmobiliario, puesto que afectan seriamente a la estabilidad personal de las familias, y a la pérdida de su vivienda, un derecho fundamental del que nadie debería verse desposeído sin explorar otras fórmulas.
Y sobre todo, sin tener en cuenta que quienes dieron el préstamo, y establecieron la cantidad, deberían ser responsables ahora de sus imprudencias en el pasado.
Mientras tanto, que alguien vaya pensando en tipificar el mobbing hipotecario.
Hola Marcos, soy Julio. Me encanta mucho tu blog, es un blog muy interesante y muy bueno. Te dejo con el enlace a mi Blog por si quieres ponerle un enlace. Un abrazo muy grande. Eres el mejor.
ResponderEliminarhttp://www.juliommg.blogspot.com/
Creo que eres un hipócrita o un iluso, te recuerdo que el PSOE lleva casi 7 años gobernando este país. Y tu partido ha tumbado en el Congreso la dación en pago y tu partido no ha legislado contra el mobbing y si en cambio ha legislado para bajar las pensiones a los trabajadores y ha legislado para salvar a los accionistas de bancos y cajas y para salvar los bonus de sus directivos. Deberías pensar en dejar el PSOE o bien en presionar desde tu agrupación local para que en Madrid cambien de posición y no sólo mostrar tu conformidad con la dación en pago en tu blog o tu repulsa con el mobbing inmobiliario. Hay que ser coherente colega, por decir algo, no es lo mismo la responsabilidad de un camarero con estudios primarios que la de un bloguero con carrera universitaria y concejal del PSOE. No vale decir: "yo pasaba por allí" o "el que se mueve no sale en la foto" para decir eso mejor te callas y hablas de lo bonitos que son los ojos de Jose Luis Rodríguez Zapatero o bien, de lo bien que lo está haciendo la ministra de Economía o el ministro de Trabajo.
ResponderEliminarmucho bla b la y xk no dices quienes son ? cobarde
ResponderEliminarBueno, respecto a vuestros dos comentarios, Pocholo y Ktal, esta entrada del blog sólo pretende poner sobre la mesa el debate sobre estos presuntos comportamientos, y no denunciar puntualmente a nadie.
ResponderEliminarPara denunciar a alguien, tendría que haber sufrido yo esos comportamientos, y no es el caso.
Por otra parte, en la línea de lo que comenta Pocholo, los militantes y cargos públicos de un partido utilizamos todas las vías a nuestro alcance para lograr que nuestras posturas o posicionamientos puedan verse reflejados en las políticas de partido.
Por lo tanto creo que no me escondo detrás de ningún blog, al revés, lo hago público en mi blog, como parte de mis convicciones.
Y creo que soy coherente, porque de aplicar la doctrina que tú dices (el que se mueve no sale en la foto), no habría publicado esta entrada, o realizado otras críticas en ocasiones anteriores.
Finalmente, creo que es un tema suficientemente novedoso como para necesitar de un debate público inicial, como ocurrió con el "mobbing inmobiliario" al principio, hasta que ha sido recogido en la legislación, y ahora se persigue y se castiga a los que incurren en ello.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Discrepo de la obligación de tipificar el mobbing hipotecario, pues para tal comportamiento existen figuras delictivas que ya lo penan, como las coacciones o el maltrato moral. Es absurda la manía de tipificar cada comportamiento, ya existen figuras que lo recogen, sólo es necesario interpretar la ley, tarea que le corresponde a los jueces, no a los políticos.
ResponderEliminar¿Que hace tu partido, el PSOE, para evitar esto? ¿Como político, cuales son tus alternativas?
ResponderEliminarAhora vas a Tovar y le dices de los 30 tíos que mando para dejar a Ibrahim sin casa.
ResponderEliminarMucho despotricar contra los bancos y aquí el personal olvida que cuando uno se hipotecó para comprar, otro fué el que vendió y ganó con el producto de dicha venta.
ResponderEliminarSi seguimos por esta senda, exijamos por ley a aquellos vendedores del pasado que devuelvan el sobreprecio que cobraron en la compraventa, gracias a los "malditos" bancos.
Si entre todos los políticos, lo habéis hecho de fabula, ahora este país esta arruinado, a punto del rescate y vosotros, los políticos, aunque seguramente no todos, estáis de la mano de los banqueros y los sindicalistas contando el dinero expoliado al pueblo.
ResponderEliminarSea quien sea el culpable, la verdad, es que la historia os recordara como los que empobrecieron el país de una manera solo vista por una guerra.
Admito que todos los políticos no son iguales, pero cuando pongo la tele y veo la corrupción en TODOS los partidos y la poca gana de la gente para echaros a la puta calle creo que la gente tenemos lo que nos merecemos.
Así, creo que vais a tener unos años más de robos y expropiación de derechos a los ciudadanos. Aprovecharlo porque en algún momento se terminara la juerga que habéis montado
Completamente de acuerdo con Marc. Aquí una entrada reveladora:
ResponderEliminarhttp://yometiroalmonte.blogspot.com/2011/02/se-reparten-nuestro-dinero.html
Esto es un EXPOLIO, amigos... Económico, social. cultural e ideológico.
Muchas gracias por compartir esta informacion, ahora tengo mas conciencia de que es mobbing en este ambito
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